La polémica entre Lawson y Piastri en Las Vegas: ¿justificada la ausencia de sanción?
Los comisarios del GP de Las Vegas explicaron por qué no sancionaron a Lawson tras su colisión con Piastri, un episodio que reaviva el debate sobre el rigor en las decisiones arbitrales en la Fórmula 1 actual.
El Gran Premio de Las Vegas 2025 no solo destacó por su espectacularidad visual y ambiente único, sino también por una controvertida situación que involucró a dos de los pilotos jóvenes más prometedores de la parrilla: Oscar Piastri y Liam Lawson. La colisión entre ambos en plena carrera generó un debate inmediato, pero los comisarios decidieron no imponer sanción alguna a Lawson, una decisión que ha sido explicada y que merece un análisis crítico desde la óptica de un purista de la Fórmula 1.
Según la explicación oficial de los stewards, recogida tras el evento, la colisión fue considerada un incidente de carrera, lo que implica que no hubo una clara negligencia o maniobra antideportiva por parte de Lawson. En esencia, se entendió que la situación se dio en una lucha legítima por posición, con ambos pilotos compitiendo intensamente y sin intención manifiesta de perjudicar al rival.
Este tipo de decisiones no son nuevas en la F1, pero lo que preocupa a los puristas es la aparente relajación en la aplicación de las normas que regulan el contacto entre monoplazas. En un deporte que históricamente ha premiado la precisión y la responsabilidad al volante, la permisividad en incidentes que afectan a pilotos jóvenes y equipos con grandes expectativas puede sentar precedentes peligrosos.
Oscar Piastri, piloto de McLaren, ha vivido un 2025 complicado, con varios episodios desafortunados que han puesto a prueba su serenidad y carácter. El equipo ha defendido públicamente su actitud serena ante las adversidades, reflejando la resiliencia necesaria para un talento en formación. Sin embargo, la acumulación de incidentes, como el choque en Las Vegas, plantea la duda sobre si la gestión deportiva actual está protegiendo adecuadamente a sus jóvenes promesas o si simplemente fomenta un ambiente donde los errores se toleran demasiado.
Por otro lado, Liam Lawson, también en su etapa de consolidación en la Fórmula 1, se ha visto envuelto en decisiones polémicas más allá de esta carrera, incluyendo cuestiones relacionadas con sanciones y penalizaciones que han afectado su rendimiento y credibilidad. La falta de sanción en esta ocasión podría interpretarse como un gesto de confianza hacia su pilotaje, aunque desde una perspectiva crítica, también podría ser una señal de inconsistencia en la aplicación de la justicia deportiva.
El Gran Premio de Las Vegas fue espectacular en muchos sentidos, desde la puesta en escena hasta la emoción en pista, pero la falta de rigor en ciertas decisiones arbitrales empaña la pureza de la competición. La Fórmula 1, que se enorgullece de su historia y tradición, debería mantener un estándar más estricto en la evaluación de incidentes, especialmente cuando afectan a pilotos emergentes y equipos con legado.
En conclusión, la explicación de los comisarios sobre la ausencia de sanción a Lawson por el choque con Piastri no convence del todo a los puristas. La Fórmula 1 actual debe reflexionar sobre cómo sus decisiones impactan en el desarrollo de sus jóvenes talentos y en la esencia misma de la competición. La historia reciente demuestra que la excelencia se construye con disciplina y rigor, no con indulgencias que pueden derivar en situaciones injustas y desordenadas en pista.